22 septiembre 2008

Tetralogía Templaria de Amando de Ossorio - Parte 4: La noche de las gaviotas

Imphios

Finalmente llegamos a la última película de la saga, la que terminó de destruirme el cerebro e hizo que me sangrasen los ojos... Disfrutad de este último artículo sobre esta mítica tetralogía de culto (fuera de España, porque aquí ni de coña jajaja) que hará que te lo pienses dos veces antes de volver a ver otra película de Amando de Ossorio.
Nota: posiblemente comente alguna que otra película de Amando de Ossorio. Soy masoca, lo sé...

La película empieza bien, con los Templarios (vivos, pues es una escena del pasado) realizando uno de sus ritos en el que cogen a una chica que está de muy buen ver (¡qué cuerpazo se gasta, copón!) y la llevan a su castillo. Allí la atan, le rasgan las ropas dejando sus pechos al fresco y la apuñalan. Luego le sacan el corazón, aún latiendo, y lo introducen en la boca de una estatua a la que hacen honor con sus rituales. Después le chupan la sangre a la chica. Y hasta ahí todo bien, pero entonces la historia pasa al presente y es una mierdaca de cuidado.

Henry y su mujer se mudan al pueblo de los Templarios y no son bien recibidos por los lugareños. Esta gente se dedica por la noche a atar a una chica joven, vestida con un camisón, a una roca que hay en la playa. Entonces los templarios, haciendo gala de su lentitud habitual, se levantan de sus tumbas (siguen siendo las mismas escenas de la primera película: copy-paste, para no gastar presupuesto), van a la playa cabalgando (y el trote de los caballos, como en toda la saga, suena como si estuviesen dentro de una caverna) y se llevan a la chica a su castillo para lo que ya sabemos. Henry y su mujer se mosquean porque empiezan a ver gaviotas volando por la noche (cosa ilógica pero que tiene explicación). Una chica del pueblo, que está de sirvienta en la casa de Henry, y un tío que habla sobre él mismo en tercera persona, les cuentan la siguiente historia: los caballeros del mar (refiriéndose a los Templarios) vinieron de Francia huyendo por sus actos satánicos. Y entonces, cada siete años, suenan sus campanas y los caballeros salen del mar para sacrificar a siete chicas durante siete noches seguidas. Y las gaviotas que vuelan y graznan por la noche son las almas de las muchachas sacrificadas... ¿Seré yo el único que ve incongruencias en la historia? Porque, por ejemplo, me dicen que los Templarios salen del mar pero se les ve salir de un cementerio (que se supone que está dentro del castillo). Pero bueno, seguiré con la historia. Una noche, le llega el turno de ser sacrificada a la sirvienta de Henry y éste va a la playa a salvarla, con lo cual cabrea a los Templarios, que les seguirán por el pueblo hasta su casa para acabar con ellos. El ataque a la casa es lento y malo. Henry, su mujer y la sirvienta consiguen escapar en los caballos de los Templarios, pero son conducidos al castillo de éstos. La sirvienta se cae del caballo en la playa y se la cargan (se supone que es de noche pero se ve el sol reflejarse en las espadas de los Templarios). Y allí, Henry y su mujer acaban con los Templarios de la forma más cutre que he visto en mi vida: vuelcan la estatua a la que los templarios ofrecían los corazones y ésta se hace pedazos. Entonces los templarios caen al suelo (como no, lo más lento posible) y se desangran por las cuencas de los ojos (¿¿??). Y ya está. Este es el épico final de esta "maravillosa" tetralogía Templaria de Amando de Ossorio que causa tanto furor fuera de nuestro país.
Por cierto, el día y la noche son lo mismo en esta película. Porque hay veces que en un cambio de escena pasa de la noche cerrada al día.

Resumiendo:
Es una película con una historia más trabajada que en las anteriores (pero eso no quiere decir que sea buena). La ambientación está currada, parece una película americana de serie b. Las actuaciones son más que correctas y la música es cojonuda. Un aliciente para ver esta película son las chicas, todas están jamonas (y algunas enseñan cacho). Aunque, si queréis conservar vuestra salud mental, no os acerquéis mucho a esta saga. Yo morí un poco por dentro después de verlas todas, y tras escribir estos artículos y rememorarlas, he muerto más aún jajaja.

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